El 25 de julio de 1988, los Atlanta Hawks se convirtieron en el primer equipo de la NBA en jugar un partido en la Unión Soviética. En plena Guerra Fría, en la ciudad de Tiflis, Georgia (la soviética, no la estadounidense), se disputó un encuentro que fue mucho más que deporte: fue una jugada diplomática, un experimento cultural y el inicio de una revolución silenciosa en el básquet global.
En un contexto de tensiones geopolíticas y apertura incipiente, los Hawks enfrentaron a la selección soviética en una gira que marcó el primer contacto oficial entre la NBA y el bloque oriental. El partido del 25 de julio fue el primero de tres, y terminó con una victoria ajustada de Atlanta por 85-84. Más allá del resultado, el evento abrió las puertas a la internacionalización de la NBA y al desembarco de figuras soviéticas en la liga.
El viaje que nadie creía posible
La gira fue impulsada por dos visionarios: David Stern, comisionado de la NBA, y Ted Turner, dueño de los Hawks y fundador de CNN. Ambos compartían una obsesión: globalizar el básquet. Con el apoyo de Mijaíl Gorbachov, líder soviético que promovía la perestroika y la glasnost, se organizó el “Goodwill Tour”, una travesía de tres partidos por Tiflis, Vilnius y Moscú.
El equipo estadounidense viajó con jugadores, familiares, periodistas y hasta cocineros. El primer destino fue Sukhumi, un centro de entrenamiento olímpico que resultó ser un hotel abandonado, sin agua caliente ni aire acondicionado, en medio de un conflicto étnico. La convivencia con los soviéticos fue improvisada pero cálida: Sarunas Marciulionis tocaba la guitarra, Doc Rivers animaba las noches, y el locutor Steve Holman brindaba con vodka caliente.
El partido que rompió el telón de acero
El 25 de julio, en el estadio de Tiflis, ante 10.000 espectadores, los Hawks vencieron por un punto en un final dramático. John Battle anotó el doble ganador tras una jugada de cuatro puntos de Sergei Tarakanov que había puesto a la URSS arriba. Fue un partido físico, tenso, y jugado bajo reglas FIBA. La victoria fue anecdótica: lo importante era que había ocurrido.
Los soviéticos, liderados por Alexander Volkov, Marciulionis, Homicius y Kurtinaitis, mostraron que podían competir de igual a igual. Los Hawks, por su parte, buscaban fichar talento del Este. Volkov terminaría jugando en Atlanta, mientras que Marciulionis iría a Golden State.
El inicio de una nueva era
La gira continuó con otro triunfo de Atlanta en Vilnius y una derrota en Moscú, donde la URSS ganó 132-123 en el único partido televisado en EE.UU.. Ese mismo año, la selección soviética ganó el oro olímpico en Seúl, venciendo a Estados Unidos en semifinales. Fue el último gran logro de la URSS antes de su disolución.
El impacto fue inmediato: en 1989, FIBA permitió que jugadores NBA participaran en torneos internacionales. Así nació el Dream Team. La gira de los Hawks fue el primer paso hacia esa transformación. Como dijo Marciulionis: “No sabíamos lo importante que fue ese viaje para abrirle el camino a los europeos”.
Fuente: www.basquetplus.com - www.as.com - www.acb.com
Foto: www.si.com
Video: YouTube