FÓRMULA 1 – ‘Keke’ Rosberg, el campeón inesperado

 El 25 de septiembre de 1982, Keijo Erik Rosberg se consagra campeón del mundo de la Fórmula 1 al finalizar 5º en el Gran Premio de Las Vegas. Contra todo pronóstico, y en su segunda temporada completa en la categoría reina del automovilismo deportivo, el finlandés conquistó su único título, ganando una sola carrera en la temporada, apostando a la regularidad del Williams con motor atmosférico en el inicio de la primera era ‘turbo’. 

El Gran Premio de Las Vegas fue una síntesis de lo que ha sido la temporada; con un podio totalmente ‘atmosférico’ frente a los amenazantes turbos que no lograron la regularidad necesaria para alzarse con el título de pilotos. No obstante, Ferrari se consagró campeón de Constructores con el V6 de litro y medio sobrealimentado. Nunca se sabrá que hubiera pasado si Gilles Villenueve y Didier Pironi terminaban la temporada que fue mortal para el canadiense y trágica para el francés 

La carrera la ganó Michele Alboreto en el ya devaluado Tyrrell-Ford a esas alturas, pero que le sirvió al piloto italiano para conseguir su primera victoria. John Watson (McLaren - Ford Cosworth) y Eddie Cheever (Ligier-Matra) lo secundaron. 

En 5º lugar, sumando 2 puntos, llegó ‘Keke’ Rosberg (padre de Nico) para conquistar el Mundial con 44 puntos, 5 más que Pironi (no corrió los últimos 4 GP) y Watson, que debía ganar para tener chances y el finlandés no debía sumar. 

Rosberg sólo ganó una prueba en 1982: el GP de Suiza celebrado en Dijon-Prenois. Ciertamente, no entraba en los pronósticos. Pero logró la ansiada corona y pasó a formar parte del libro de oro de la Fórmula 1. 

Foto: DPPI 

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