El 8 de junio de 1958, Argentina debutaba con Alemania en el Mundial de Suecia, donde se dio un hecho similar al de 1978 entre Francia y el Club Kimberley de Mar del Plata. Ese día la Selección usó por única vez en su historia una camiseta color amarillo, la del IFK Malmo.
Si bien el Mundial de Suecia 1958 es recordado como el peor en la historia de la Selección Argentina, hay una anécdota que quedó tapada por tremendo fracaso, y es que el seleccionado usó en el debut del 8 de junio ante Alemania una camiseta amarilla, la cual pertenecía al Club IFK Malmo, en ese entonces en la 1º División, hoy disputando la División 1 Södra, la tercera división del fútbol sueco.
El árbitro inglés Reginald Leafe dijo que las barras verticales blancas de Argentina podrían confundirse con el blanco total de los alemanes, así que uno de los dos debería cambiar de camiseta. Lo problemático era que en esa época no existían segundas equitaciones, por eso el que perdiera el sorteo debería salir a buscar otras camisetas.
El árbitro realizó el sorteo y Alemania lo ganó, así que el seleccionado argentino tuvo que buscar casacas alternativas. Pese a empezar ganando con un gol de Corbatta, Argentina perdió 3-1 en su estreno en Suecia 58'. Lo que sucedió después no dejó el mejor recuerdo del experimento espontáneo.
En su vuelta a la vestimenta original, el equipo de Stábile venció 3-1 a Irlanda del Norte y perdió de manera catastrófica 6-1 contra Checoslovaquia, en una derrota que precipitó la eliminación y provocó que los jugadores sean recibidos en Ezeiza en su regreso al país con un lanzamiento de monedas por parte de los hinchas.
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