FÚTBOL – La canallada de Ñuls a su eterno rival

El 2 de junio de 1974, Newell’s empató 2-2 con Rosario Central en la vieja cancha de Arroyito, consagrándose campeón del Metropolitano. Fue la primera estrella del conjunto rosarino y en la cara de su clásico rival. 


Mario Zanabria pintó un cuadro inmune al paso del tiempo. Un fresco de esos que le ponen un bache a la historia. Su zurdazo se clavó en el ángulo del arco que defendía Biassutto. Faltaban nueve minutos para el final del partido, Newell's le empataba 2 a 2 a Rosario Central en el viejo estadio de Arroyito y concretaba, con ese gol, el primer campeonato de su historia.

El Metropolitano del 74 se definió por medio de un cuadrangular. La zona A la ganó Rosario Central, un punto por encima de su escolta, Huracán. El otro cuadro lo lideró Newell's , seguido por Boca que tuvo que desempatar ese segundo puesto con Ferro. A pesar del bautismo de gloria, aquel equipo de la Lepra será recordado por el juego vistoso y la elegancia del toque. Zanabria, el cerebro del equipo, estaba rodeado por otros baluartes como Cucurucho Santamaría, Alfredo Obberti - uno de los máximos goleadores de la historia del club – y Juan Ramón Rocha.

El 25 de mayo, el equipo que dirigía Juan Carlos Montes consiguió su primer triunfo en el cuadrangular, frente a Huracán (3-2) en la cancha de Rosario Central. El Canalla, el mismo día, venció a Boca 3 a 1 en el Parque de la Independencia. En la segunda fecha el panorama se aclaró a favor de los de camiseta roja y negra. Vencieron a Boca por 1 a 0 en Parque Patricios – noche inmejorable del arquero Carrasco- y la caída de Central ante Huracán, también 1 a 0, en la Bombonera, los posicionó a las puertas de la primera vuelta olímpica. Newell's tenía la sangre en el ojo y el pasado abundado por fantasmas: tres años antes, en el Monumental, Aldo Pedro Poy y su palomita intemporal habían coronado acaso el día más trágico de su historia deportiva.

Por sorteo se determinó el estadio de Central como escenario de ese partido final. Rosario se detuvo en el tiempo; la brecha de colores que divide a la ciudad se agigantó durante esas horas previas. Unos, ante la oportunidad de inaugurar sus vitrinas y vengarse de la vieja herida abierta en la semifinal del 71. Los otros, a la espera de un triunfo para forzar un desempate. La tarde del 2 de junio de 1974 es un rotograbado impreso para siempre en el corazón de los hinchas leprosos. Porque el rival eterno les ganaba, cómodamente, 2 a 0. Les ahogaba el sueño de gritar campeón. Los sacudía otra vez en el barro áspero de la derrota. Algunos pocos minutos antes de terminar el primer tiempo, Arias había puesto el 1 a 0, de penal. Y Carlos Aimar aumentó a los 24 del segundo tiempo. Un minuto después descontó Capurro y a nueve del final Zanabria empató el partido.

Toda esa euforia debió ser reprimida. Los hinchas de Central, cuando faltaban dos minutos, invadieron el campo de juego y desataron una batalla campal. Hubo corridas y golpes, hubo incertidumbre y amargura por la fiesta empañada. Dos días más tarde la AFA dio el partido por terminado y la Lepra gritó campeón.

Síntesis del partido final


Rosario Central 2-2 Newell''s

Newell''s: Carrasco; Rebottaro, Pavoni, Capurro, Barreiro; Picerni, Berta, Zanabria; Santamaría, Obberti (Ribecca) y Rocha (Magán). DT: Juan Carlos Montes.

Rosario Central: Biasutto; González, Arias, Cornero, Burgos; Aimar, Solari, Zavagno; Bóveda, Roberto Cabral y Carril. DT: Carlos Timoteo Griguol. 

Fuente: www.elgrafico.com.ar 

Foto: www.infobae.com 

Video: YouTube

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