El 11 de septiembre de 1977 Guillermo Vilas ganaba el Abierto de los Estados Unidos disputado en el West Side Tennis Club en Forest Hills, Queens , Nueva York. Su rival fue nada menos que el local Jimmy ‘Jimbo’ Connors, por 2-6, 6-3, 7-6 y 6-0, número 1 de aquel momento. El marplatense coronaba una temporada inolvidable con 16 torneos ganados y un récord de victorias consecutivas.
“Hoy puedo lograr todo lo que ambiciono. Durante años viví exclusivamente para convertirme en el mejor jugador del mundo. Por eso dejé atrás otras cosas muy importantes, me aislé, me entregué a la pasión del tenis. Pero no debo ni puedo dejarme atrapar por ese pensamiento. Para mí debe ser una final, una importante final de tenis, y nada más. Concentrarme en el rival y en el partido, pero no en lo que ella pueda significar, porque si no, me voy a atar solo”, confiaba a El Gráfico un maduro Willy en la previa.
Así las cosas, el match entre el irascible N°1 y el marplatense tuvo momentos de mucha tensión y juego de alto vuelo, algo que quedó demostrado en las variables del marcador. “Mi primer set fue realmente flojo. Por eso y porque el viento se arremolinaba y se hacía difícil poder controlar la pelota. Recién en el segundo set empecé a soltarme y a pegar con slice. Nunca en mi vida metí tantos aces como ese día”, reconoció Vilas después del partido. Los 15 mil espectadores que colmaron el estadio palpitaban lo que sería el tercer chico, con tenis de altísimo nivel y cargado de suspenso emotivo. 'Jimbo' sacó una ventaja de 4 a 1 basándose en un potente revés a dos manos, pero Vilas no se desesperó. “Realmente la cosa venía mal, porque él tenía las riendas del partido. Pero yo estaba encendido, leía muy bien lo que hacía Connors, adiviné todo y tuve muchos golpes ganadores”, evocó el zurdo. Y así llegó al tie break, que ganó con polémica por una bola que el norteamericano vio adentro, pero era claro que había picado afuera. Jimbo protestó airadamente, se desconcentró y entregó el partido, porque el cuarto set fue un trámite para Willy, quien enseguida se puso 5 a 0. Sólo el orgullo deportivo de Connors en el último game hizo que levantara un triple match point. Hasta que la última bola del estadounidense pasó muy cerca del fleje y el umpire tardó una eternidad en cantar out. Vilas primero dudó y miró al juez de línea; después festejaría hasta ser subido en andas como un torero. Nacía el nuevo campeón.
Un año inolvidable
El 1977 quedará en la historia de Guillermo Vilas como el mejor año de su carrera tenística, pero no sólo por haber obtenido 16 títulos ATP (entre ellos Roland Garros) en una sola temporada, récord que comparte con Rod Laver y Illie Nastase, sino por haberse coronado como uno de los mejores en su momento tras consagrarse campeón del US Open ante el norteamericano Jimmy Connors.
Cambiaría la historia del tenis argentino. El 2-6, 6-3, 7-6 (4) y 6-0 para que, por primera vez, un jugador albiceleste se alce en el último Grand Slam de la temporada.
Un sólo set perdió aquel imbatible Vilas en todo el certamen, donde se impuso ante jugadores de jerarquía como Manolo Santana, Gene Mayer, Victor Amaya, José Higueras, Raymond Moore y Harold Solomon.
Además logró quitarse el fantasma de las semifinales perdidas en 1975 y 1976, donde cayó ante el español Manuel Orantes y el propio Jimmy Connors respectivamente, con quien se tomaría revancha.
Lo curioso es que justamente esa edición fue la última que se llevó a cabo en las inmediaciones de Forest Hills y sobre polvo de ladrillo. En la temporada siguiente se mudaría a la actual cede en Flushing Meadows y se pasaría a jugar sobre cancha rápida como se lo conoce hoy en día.
El marplatense finalizaría la temporada con 136 victorias, de las cuales 47 fueron consecutivas, y apenas 14 derrotas (efectividad del 90%), cifras que hasta el momento nadie pudo igualar.
Fuente: www.espn.com.ar – www.pagina12.com.ar
Fotos: Getty Images
Video: YouTube