HISTORIAS – Melksus RS 1000, el ‘alas de gaviota’ socialista


El Melkus RS 1000 fue un deportivo construido en la República Democrática Alemana, entre 1970 y 1979. Era una obra maestra de la ingeniería, sobre todo, porque se sirvió de muy pocos recursos. Era muy caro y apenas se hicieron un centenar de unidades. 


Actualmente, cuando pensamos en coches alemanes, se nos vienen a la cabeza Volkswagen, Mercedes, Audi, BMW, Porsche, Opel o la antigua NSU. Pero, durante muchos años, Alemania estuvo dividida en dos, con dos estados completamente antagónicos. 

Todas esas marcas se encontraban en la llamada República Federal Alemana o Alemania Occidental. Sin embargo, no son tan conocidos los coches que había al otro lado del muro de Berlín. 

Allí, en la Alemania Oriental, bajo la órbita de la Unión Soviética, las cosas eran muy diferentes. Había un estado socialista, es decir, donde la mayoría de las empresas eran estatales, nacionales. Por tanto, el estado ejercía un control sobre ellas, en función de sus intereses geopolíticos y geoeconómicos. 

A menudo, desde el lado occidental de Europa, tendemos a crear una imagen muy negativa, cargada de prejuicios, sobre lo que había al otro lado de A ‘Cortina de Hierro’. Tampoco debemos culparnos por ello, la propaganda ha cumplido perfectamente su misión. 

En aquella Alemania del Este, la vida era diferente a la de la vecina Occidental, quizá sin lujos, pero donde las necesidades básicas de la población (o la mayoría) estaban cubiertas. 

Los coches que predominaban eran utilitarios. El más famoso de todos era el Trabant, popularmente conocido como ‘Trabi’, aunque también había coches de un talante más lujoso, como los Tatra, marca de la también desaparecida Checoslovaquia. Tampoco faltaban los Skoda, los Volga y, por supuesto, muchos coches soviéticos, como los Lada. 

En este ambiente, hubo un genio apasionado de los coches y las carreras, como otros que han surgido en otros países, que tuvo la idea de construir un verdadero deportivo para la Alemania Oriental: el Melkus RS 1000. 

Melkus, un apasionado de las carreras 

Antes de nada, debemos detenernos aunque sea brevemente en conocer la figura de Heinz Melkus. Nació el 20 de abril de 1928 en Dresde, ciudad del estado de Sajonia, al Este de Alemania. Ciudad que quedó completamente arrasada por un bombardeo aliado en 1945, poco antes de terminar la Segunda Guerra Mundial. 

Tras la guerra, esta bella ciudad convertida en un campo de escombros se erigió en el nuevo centro industrial de la nueva RDA, aunque no sin dificultades, debido a la escasez de materias primas como el acero. 

Había dos fabricantes de automóviles principales, la Sachsenring, que fabricó el Trabant, y la Wartburg. Fue esta última la que suministró a Melkus los recursos necesarios para construir sus propios coches de carreras a partir de 1959. 

Melkus desarrolló una carrera brillante como piloto de Fórmula 3, consiguiendo múltiples títulos. También compitió en la Copa de la Paz y la Amistad, que reunía a los mejores pilotos del bloque soviético, y se convirtió en uno de los máximos ganadores, alzándose con el título en 1963, 1965, 1966, 1967 y 1972. 

Una actividad 'socialmente útil y necesaria'

Durante una carrera en la antigua Yugoslavia, Melkus se fijó en un Lotus Elan y quedó fascinado por su concepto de coche espartano de peso muy ligero. Esto le llevó a fabricar su propio deportivo de calle, con ambiciones para la competición. 

El problema era que fabricar un deportivo que iría destinado a un público muy minoritario no casaba muy bien con la política del estado. Para convencer a las autoridades nacionales, Melkus dijo que las carreras eran una actividad 'socialmente útil y necesaria'. 

Además, el coche serviría como homenaje al vigésimo aniversario de la RDA (1949-1969). En un principio, Melkus pensó en un roadster biplaza abierto, pero debido a la disminución constante de la oferta de piezas de repuesto y la dificultad para obtener entradas para eventos, tuvo que ser realista con su proyecto y analizar lo que se podía lograr con las piezas que tenía.

 Finalmente, Melkus y su equipo, compuesto por sus hijos Peter y Ulli Melkus, junto a varios colaboradores, se decidieron por el Wartburg 353 como base técnica, un coche que se había presentado en 1966 al que cambiaron el motor y tracción delanteros por una configuración todo atrás. Además, se soldaron puntales adicionales al chasis para mejorar la rigidez. 

Crearon un coupé deportivo a escala 1:10, inspirándose en algunos de los coches que más llamaban la atención en ese momento, como el Ford GT40, que ya había destronado a Ferrari en las 24 Horas de Le Mans, o el Porsche 904 Carrera GTS. 

El prototipo, denominado RS1000 GT1, se parecía ya bastante al que terminaría llegando a producción, pero el diseñador Stefan Scheitler perfeccionó algunos detalles en la Academia de Arte de Berlín. 

El chasis, el techo con barra antivuelco integrada y las puertas, estaban fabricados de acero, mientras que el resto de la carrocería estaba hecha de poliéster reforzado con fibra de vidrio. Melkus trabajo con las plantas de VEB Robur, que tenían experiencia con este material, aunque no construían coches, sino camiones. 

Debido a la baja altura de sólo un metro, el equipo decidió utilizar puertas de ala de gaviota con bisagras en el techo para permitir un buen acceso en los pequeños garajes, típicos en la Alemania Oriental. 

El Melksus RS 1000 alcanzaba los 102 CV

En 1970 comenzó la fabricación del Melkus RS 1000. Mecánicamente, contaba con un motor de tres cilindros de Wartburg colocado atrás, de dos tiempos y 993 centímetros cúbicos, alimentado por tres carburadores. 

El motor desarrollaba 68 CV a 4.500 vueltas, unido a una caja de cambios manual de cinco relaciones. Posteriormente, la potencia se incrementó hasta los 102 CV. 

El coche tenía una longitud de poco más de 4 metros, 1,7 metros de ancho y 1,07 metros de alto. Pesaba apenas 690 kg, por lo que esos 102 CV eran potencia suficiente para correr mucho. Tanto es así que era capaz de alcanzar los 210 km/h en las pruebas. 

Sin embargo, el Melkus RS 1000 tenía algunos defectos: por una parte, su escasa altura, la tracción trasera y su bajo peso hacían que no fuera muy estable a alta velocidad o con el suelo mojado; por otra, el aislamiento del habitáculo no era bueno y se colaba mucho ruido del motor. 

Tampoco era un coche cómodo, debido a su suspensión independiente demasiado dura, aunque no estaba pensado para hacer largos viajes por carretera, como si fuera una berlina. 

Sólo se construyeron 101 unidades

El Melksus RS 1000 costaba unos 30.000 marcos de la RDA, cuatro veces el precio de un Trabant, por lo que no era un vehículo al alcance de muchos. Precisamente por eso, la lista de espera era de ‘sólo’ dos años. Esto es nada comparado con los diez años que había que esperar para recibir un ‘Trabi’ 

La producción se mantuvo hasta 1979, año en que salieron las últimas unidades de la cadena de montaje. En total, se construyeron 101 ejemplares, de los cuales, se estima que hoy quedan unos 80, muy codiciados por los coleccionistas. 

En 1984, la compañía entró en suspensión de pagos y cerró. Ya en ese momento, se atisbaba el final de aquella República Democrática Alemana, presidida desde 1976 por Erich Honecker. Sólo cinco años después, el muro que dividió Berlín y el país en dos, cayó y un poco más tarde se descompuso toda la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. 

Fuente: www.autobild.es 

Foto: www.expansion.com

Video: YouTube

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