
En el fútbol, hay momentos en los que la suerte parece jugar en contra, y eso es precisamente lo que está atravesando Rodrigo Cavallera, el defensor puntano de Dock Sud, quien en los últimos dos partidos convirtió goles en contra que terminaron siendo determinantes en el marcador final.
El primer episodio ocurrió el pasado 10 de noviembre, en la derrota 2-1 frente a San Martín de Burzaco. Tras haber comenzado ganando con un gol de Mauro Molina, el Docke sufrió la remontada del conjunto visitante. El segundo tanto del ‘Azul’ llegó a los 18 minutos del complemento, cuando Cavallera, en una desafortunada jugada, desvió el balón hacia su propio arco, sellando el resultado final.
Lejos de ser un hecho aislado, la historia se repitió apenas cinco días después, el 15 de noviembre, en el empate 1-1 ante Deportivo Armenio. En esta ocasión, Dock Sud se había puesto en ventaja con un gol de Joel González, pero sobre el final del primer tiempo, un centro rasante de Diego Barrionuevo fue desviado por Cavallera, descolocando al arquero Cuenca y decretando el empate definitivo.
Estos dos goles en contra consecutivos no solo llaman la atención por su rareza, sino que también reflejan un momento complicado para el defensor con pasado en Riestra. Cavallera, que venía siendo una pieza clave en la zaga del equipo dirigido por Jesús Díaz, atraviesa una racha que podría afectar su confianza, aunque también pone de manifiesto la presión y el margen de error mínimo con el que se juega en la Primera B.
Más allá de los infortunios, el Docke logró asegurar su permanencia en la categoría, lo que permite mirar hacia adelante con algo de alivio. Para Rodrigo, será clave el respaldo del cuerpo técnico y sus compañeros para dejar atrás estos episodios y recuperar su mejor versión. Porque si algo enseña el fútbol, es que la mala suerte también pasa, y los errores pueden transformarse en aprendizaje.
En un deporte donde los detalles definen partidos, el defensor puntano buscará revertir esta racha y volver a ser el bastión que Dock Sud necesita en el fondo. La pelota da revancha, y Cavallera seguramente ya está pensando en la próxima.
Foto: @cavallerarodrigo