BOXEO - el día que ‘El Intocable’ dejó de esquivar
El 7 de septiembre de 2005 falleció Nicolino Locche, ‘El Intocable’ en Las Heras, Mendoza, a los 66 años. Fue campeón mundial de boxeo en la categoría superligero entre 1968 y 1972. Su estilo defensivo, basado en esquivar golpes con movimientos de cabeza y cintura, lo convirtió en una leyenda del boxeo argentino y mundial.
Amaneció calmo en Las Heras, Mendoza. Las radios locales abrían con efemérides menores, sin saber que el día quedaría marcado por una pérdida irreparable. En su casa modesta, rodeado de fotos en sepia, trofeos polvorientos y recortes de diarios amarillentos, Nicolino Locche ya no respondía. El campeón mundial superligero, ícono del boxeo defensivo, había fallecido en la madrugada, a los 86 años, sin estridencias, como vivió.
El parte médico fue escueto: paro cardiorrespiratorio, sin sufrimiento. Pero en la atmósfera mendocina se sintió como un golpe al plexo. El hombre que esquivó miles de puños sin mover los pies, que convirtió la defensa en arte, había sido alcanzado por lo único que no pudo eludir: el tiempo.
La confirmación llegó al mediodía. La Federación Argentina de Boxeo emitió un comunicado institucional: “Hoy se despide un maestro. Nicolino Locche no fue solo campeón: fue estilo, ética y representación territorial”.
En redes, ex púgiles, periodistas y fanáticos compartieron imágenes de sus peleas sin guantes, sus gestos burlones, su mirada serena. En San Luis, en gimnasios de barrio y clubes deportivos, se recordó su visita a Sociedad Española, el lugar del boxeo en la provincia.
A lo largo de su carrera, Nicolino disputó 136 peleas, de las cuales ganó 117 (14 de ellas por KO), con cuatro derrotas y 14 empates.
‘El Intocable’ se volvió intocable por última vez, esta vez por la emoción colectiva. No hubo velorio público, por pedido familiar. Pero sí una vigilia espontánea frente al estadio Vicente Polimeni, donde se proyectaron sus peleas en silencio, como si cada esquive fuera una despedida.
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