RUGBY - Jonah Lomu, el primer ídolo global del deporte ovalado

El 18 de noviembre de 2015, el mundo del rugby perdió a su primer gran ícono global: Jonah Lomu, el jugador que transformó el deporte con su potencia descomunal y su carisma arrollador, falleció repentinamente a los 40 años, dejando un legado que aún resuena en cada cancha del planeta. 

Amanecía en Auckland, Nueva Zelanda, cuando la noticia comenzó a correr como un rayo entre periodistas, fanáticos y excompañeros: Jonah Lomu, el coloso de los All Blacks, había muerto a los 40 años. La confirmación oficial llegó poco después, pero el impacto fue inmediato. El mundo del deporte se paralizó. No era solo la pérdida de un exjugador: era la despedida de una leyenda que había redefinido el rugby moderno. 

Una vida entre tries y tratamientos   

Lomu no era un rugbier más. Con 1,96 metros de altura y más de 120 kilos de potencia, revolucionó el juego con una mezcla inédita de velocidad, fuerza y carisma. Su irrupción en el Mundial de 1995 fue un antes y un después: nadie olvida sus cuatro tries ante Inglaterra en semifinales, ni la imagen de Mike Catt siendo arrollado como si fuera un cono de entrenamiento. 

Pero detrás del ídolo, había un cuerpo que luchaba en silencio. Desde los 20 años, Lomu convivió con una rara enfermedad renal (síndrome nefrótico) que lo obligó a someterse a diálisis y, más tarde, a un trasplante. Aun así, nunca dejó de sonreír. Nunca dejó de inspirar. 

El silencio de un titán   

El 18 de noviembre de 2015, apenas unos días después de regresar de Inglaterra tras presenciar el Mundial, Jonah Lomu falleció repentinamente en su casa. Tenía 40 años. Su esposa Nadene y sus hijos fueron los primeros en confirmar la noticia. El mundo entero respondió con homenajes, lágrimas y respeto. 

El legado de Lomu sigue intacto. No solo por sus 37 tries en 63 partidos con los All Blacks, sino por haber sido el primer rugbier global, el que llevó el deporte más allá de sus fronteras tradicionales. El que demostró que un gigante también puede tener un corazón inmenso. 

“Jonah no solo cambió el rugby. Cambió la forma en que el mundo veía a los rugbiers.” — Sean Fitzpatrick, excapitán de los All Blacks 

Jonah Lomu es considerado uno de los mejores rugbiers de la historia porque redefinió lo que un wing podía ser: con su imponente físico de 1,96 metros y más de 120 kilos, combinaba una potencia demoledora con una velocidad de sprinter, algo inédito en su época. Su actuación en el Mundial de 1995, donde anotó siete tries en cinco partidos —incluidos cuatro ante Inglaterra en semifinales—, lo catapultó al estrellato global y transformó el rugby en un espectáculo de masas. Más allá de sus estadísticas, Lomu fue el primer jugador en convertir el rugby en un fenómeno mediático internacional, abriendo las puertas al profesionalismo y al marketing deportivo moderno dentro del deporte ovalado.

Foto: www.skysports.com

Video: YouTube

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