El de 2 mayo de 1962, Benfica se corona por segunda ocasión como campeón de la Copa de Europa tras superar por 5-3 a Real Madrid en un duelo en el cual el húngaro Ferenc Puskas marcó tres goles y se convirtió en el único futbolista que perdió una final de una competición de clubes del Viejo Continente pese a anotar un triplete.
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