El 5 de junio de 2005, Rafael Nadal ganaba el torneo de Roland Garros. Con solo 19 años (cumplidos 48 horas antes), remera sin mangas y el pelo a la altura de sus hombros el español marcó tendencia y no en el mundo de la moda. Se impuso al argentino Mariano Puerta por 6-7 (6), 6-3, 6-1 y 7-5 en la cancha central Philippe Chatrier y conquistó su primer Grand Slam. El mismísimo punto de partida de una carrera brillante que lo llevó al número uno del mundo y establecer su propio reino en París.
En su camino a la final, Nadal festejaría versus el alemán Lars Burgsmuller (96°) por 6-1, 7-6 (7-4) y 6-1, el belga Xavier Malisse (46°) por 6-2, 6-2 y 6-4, los anfitriones Richard Gasquet (31°) por 6-4, 6-3 y 6-2, y Sebastien Grosjean (24°) por 6-3, 3-6, 6-0 y 6-3, a su coterráneo David Ferrer (21°) por 7-5, 6- 2 y 6-0, y al helvético Roger Federer (1°) por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-3, rival que lo había superado en el encuentro decisivo en Miami, únicamente cediendo dos sets.
De esta manera, el ya dueño de seis títulos, cinco en esa temporada, destacándose Monte-Carlo y Roma, quien no registraba antecedentes en la competencia, luciría su inagotable talento en la cancha central Phillippe Chatrier para estrenar su vitrina en torneos Grand Slam, estableciendo el punto de partida de una carrera brillante, que disfrutaría 92 trofeos para erigirse como uno de los mejores jugadores de todas las épocas.
No obstante, el pupilo de su tío Toni no se conformaría e iría por más para edificar a base de capacidad y trabajo su reinado parisino, proclamándose en 14 oportunidades, a raíz de sus actuaciones posteriores en 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022, para totalizar 112 triunfos y tres derrotas en 18 participaciones, promediando 97,40% de efectividad.
Fuente: www.espn.com.ar
Foto: Lionel Cironneau (AP)
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