Fue uno de los espectáculos más escalofriantes en la historia de las 24 horas de Le Mans. Por casualidad no hubo que lamentar víctimas, pero lo que ocurrió no se olvidará nunca en los historiales de la competencia, y mucho menos en los de Mercedes. En la edición de 1999 el equipo alemán sufrió tres accidentes similares con sus autos. Los tres levantaron vuelo en zonas ultra veloces de la pista y aterrizaron. Por suerte los pilotos hoy lo pueden contar y describir.
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