
El 14 de diciembre de 1947, en el histórico Streamline Hotel de Daytona Beach, Bill France Sr. se reunió con otros 35 líderes de los primeros días de las carreras de autos stock, con el objetivo de establecer reglas y regulaciones que culminaron con la creación de la National Association for Stock Car Auto Racing (NASCAR) que marcaría la historia del automovilismo estadounidense.
La historia de NASCAR tiene raíces profundas en la cultura del sur de Estados Unidos. Durante la Ley Seca, en las décadas de 1920 y 1930, los contrabandistas de licor (conocidos como “bootleggers”) modificaban sus autos para huir de las autoridades. Aquellos vehículos veloces, resistentes y maniobrables dieron origen al stock car racing, una disciplina que evolucionaría en uno de los deportes más populares del país.
Fue en Daytona Beach, Florida, donde en 1936 se celebró una de las primeras competencias formales de stock cars. Aquel improvisado circuito de arena y asfalto marcaría el inicio de una nueva etapa en el automovilismo. Entre los competidores se encontraba William Henry Getty France, más conocido como Bill France Sr. o “Big Bill”, un mecánico apasionado que comprendió el potencial comercial y organizativo de estas carreras clandestinas.
Nacido en Washington, D.C., en 1909, France se mudó a Daytona en 1935 buscando nuevas oportunidades. Allí, mientras trabajaba como operador de una gasolinera, se integró al mundo del automovilismo local. Tras la Segunda Guerra Mundial, y al observar cómo los pilotos eran explotados por promotores que desaparecían con el dinero de las taquillas, decidió crear una organización que diera estructura, seguridad y legitimidad al deporte.
El momento clave llegó el 14 de diciembre de 1947, cuando France reunió a 35 personas en el hotel Streamline de Daytona Beach para unificar las reglas y profesionalizar las competencias. Así nació la NASCAR (National Association for Stock Car Auto Racing), con Bill France Sr. como su presidente. El nombre fue sugerido por el mecánico Red Vogt, y desde entonces, se ha convertido en sinónimo de velocidad y espectáculo en Estados Unidos y más allá.
Los protagonistas de la reunión fundacional incluyeron a Bob Richards, Freddie Horton, Jack Peters, Ed Bruce, Chick DiNatale, Harvey Tattersall Jr., Tom Galon, Alvin Hawkins, Bill Tuthill, Mildred Ayers, Joe Littlejohn, Jimmy Cox, Eddie Bland, Joe Ross, Sam Packard, Bill Streeter, Lucky Sauer, Larry Roller, Fred Dagavar, Bob Osiecki, Jimmy Quisenberry, Ed Samples y Marshall Teague.
La presencia de estos nombres en la mesa de Daytona se explica por la diversidad de roles que representaban en el automovilismo de la época. Bill France Sr., como promotor y visionario, convocó a figuras clave para dar legitimidad a la nueva organización. Había empresarios y promotores como Bob Richards, Eddie Bland y Bill Tuthill, que aportaban estructura comercial y capacidad de gestión; pilotos y mecánicos como Ed Samples, Joe Littlejohn y Jimmy Cox, que garantizaban conocimiento técnico y credibilidad deportiva; y constructores y preparadores como Bob Osiecki, que aportaban innovación mecánica. También participaron periodistas y cronistas como Larry Roller y Jimmy Quisenberry, esenciales para difundir el proyecto y darle visibilidad nacional. Incluso hubo representantes de asociaciones rivales, como Chick DiNatale y Harvey Tattersall Jr., cuya presencia legitimaba la intención de unificar criterios en un deporte fragmentado. En conjunto, sus trayectorias justificaban la convocatoria: eran los actores más influyentes de las carreras de stock car en distintos puntos de Estados Unidos, y su aporte fue decisivo para que la idea de NASCAR pasara de ser un sueño a convertirse en una organización con reglas, gobernanza y proyección nacional.
Fuente y foto: www.latino.nascar.com – www.noticias.autocosmos.com.ve