El 16 de octubre de 1968, en plena ceremonia de premiación de los 200 metros llanos en los Juegos Olímpicos de México, dos atletas afroamericanos —Tommie Smith y John Carlos— transformaron el podio en un acto de resistencia. Con el puño enguantado en alto, la cabeza baja y los pies descalzos, denunciaron la segregación racial y la violencia institucional que sufrían en Estados Unidos. A su lado, el australiano Peter Norman se solidarizó con un pin del Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos. El gesto, silencioso pero contundente, les costó la expulsión inmediata del evento y décadas de ostracismo.
Más informaciónEl 24 de septiembre de 1988, el canadiense Ben Johnson ganó la medalla de oro en los 100 metros llanos de los Juegos Olímpicos de Seúl, pero luego se comprobó que había tomado anabólicos y fue descalificado.
Más información