El 1 de septiembre de 1972, Bobby Fischer se consagró en Islandia al derrotar a Boris Spassky y convertirse en el primer estadounidense campeón mundial de ajedrez. Durante veintiuna partidas disputadas en Reikiavik, este enfrentamiento no solo definió la supremacía dentro del tablero, sino que movilizó intereses políticos y mediáticos en el marco de la Guerra Fría. El duelo entre Fischer y Spassky funcionó como vitrina de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS).
Más informaciónEl 3 de abril de 1975, Bobby Fischer se negaba a defender su campeonato mundial de ajedrez y Anatoly Karpov era proclamado nuevo rey sin mover una pieza. Fischer no sólo perdió el título: también empezó a deslizarse en tobogán hacia la demencia.
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