El 10 de agosto de 1986 se disputó el Gran Premio de Hungría. Fue la primera carrera de Fórmula 1 en un país del bloque socialista, en plena Guerra Fría. Organizada por Bernie Ecclestone, representó una jugada audaz para expandir el deporte más allá del eje occidental. El evento atrajo a más de 200.000 espectadores, una cifra récord para la época, con público local ávido de modernidad y espectáculo. Durante la carrera, Nelson Piquet protagonizó uno de los adelantamientos más icónicos de la F1: superó a Ayrton Senna por fuera en la curva 1, con un derrape controlado que quedó grabado en la memoria del automovilismo.
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