Para evitar o reducir la flacidez en los brazos es importante seguir una combinación de hábitos saludables y ejercicios específicos que no necesariamente incluye pesas.
En la medida que envejecemos, es común notar una pérdida de firmeza en la piel, particularmente en los brazos. Este cambio se debe a la disminución del colágeno y la reducción gradual de masa muscular, que se hace más evidente a partir de los 50 años, afectando tanto la apariencia como la funcionalidad.
El entrenamiento de fuerza ha sido la solución más recomendada. Fortalecer los músculos no solo ayuda a mantener la tonicidad, sino que también mejora la densidad ósea y la movilidad, aspectos esenciales para preservar la calidad de vida en la madurez. Sin embargo, existe un ejercicio que podría ser aún más efectivo y que no requiere de pesas.
Cuál es el mejor ejercicio para ganar músculo en brazos tras los 50 años
Durante años, las pesas han sido consideradas la herramienta estrella para esculpir brazos tonificados. Pero los dips en banco, un ejercicio que utiliza el peso corporal, se han ganado un lugar destacado por su eficacia. Este movimiento se centra en los tríceps, los músculos responsables de mantener la parte posterior de los brazos firme y definida.
Realizar dips en banco es sencillo y no requiere más que una superficie estable, como un banco o una silla resistente. Al apoyar las manos en el borde y bajar el cuerpo controladamente, se activa una gran cantidad de fibras musculares, no solo en los tríceps, sino también en los hombros y el pecho.
Además, este ejercicio es ideal para personas mayores de 50 años, ya que permite ajustar la intensidad dependiendo del nivel de fuerza y evita el impacto en las articulaciones, un factor clave para prevenir lesiones.
Otros ejercicios efectivos para brazos firmes
Si bien los dips en banco son una excelente opción, combinar este ejercicio con otros movimientos puede potenciar aún más los resultados. Entre los más recomendados se encuentran estos dos ejercicios que trabajan las áreas más propensas a la flacidez:
- Flexiones cerradas: estas flexiones se realizan colocando las manos juntas debajo del pecho, lo que aumenta la activación de los tríceps y el pecho. A medida que se fortalece, es posible ajustar la dificultad realizando el ejercicio en el suelo o apoyando las rodillas para mayor control.
- Kickbacks de tríceps: utilizando pesas ligeras o incluso botellas de agua, este movimiento ayuda a tonificar la parte posterior de los brazos. La clave está en mantener una buena técnica, extendiendo el brazo hacia atrás mientras se contrae el músculo.
La importancia de la alimentación
Complementar estos ejercicios con una alimentación equilibrada, rica en proteínas y con un adecuado consumo de agua, es crucial para favorecer la recuperación muscular y mantener la piel hidratada.
Entre las mejores fuentes de proteínas están las carnes magras, el pescado, los huevos y opciones vegetales como las legumbres, la quinoa y los frutos secos. Incorporar una cantidad suficiente de estos alimentos en cada comida asegura que el cuerpo reciba los nutrientes necesarios para el desarrollo muscular.
Por otro lado, el consumo adecuado de agua juega un papel fundamental. La hidratación no solo ayuda a mantener la elasticidad de la piel, sino que también mejora el rendimiento físico y facilita la eliminación de toxinas acumuladas durante el ejercicio.
Fuente: www.mundodeportivo.com