
El 12 de diciembre de 1959, Jack Brabham se consagró campeón del mundo por primera vez al finalizar en el 4° lugar en el Gran Premio de los Estados Unidos disputado en el Sebring Internacional Raceway. El piloto australiano se quedó sin combustible en la última vuelta cuando iba puntero, bajó de su auto y lo empujó hasta cruzar la meta, desvaneciéndose por el esfuerzo.
Jack Brabham es uno de los miembros destacados del Salón de la Fama de la Fórmula 1, y está entre los once pilotos que han ganado al menos tres campeonatos del mundo. Su primera corona data del 12 de diciembre de 1959.
Debutando en 1955, el piloto australiano solo pudo sumar sus primeros puntos en 1958. Así, pocas personas se habrían atrevido a convertirlo en favorito al título al comienzo de su quinta temporada, en 1959. Y sin embargo, con un Cooper T51 con motor Climax instalado por primera vez en una posición central trasera, rompió todos los pronósticos.
Llegó líder del campeonato al noveno y último gran premio de la temporada, disputado en Sebring, Estados Unidos. Brabham estaba en una posición sólida para hacerse con la corona, pero la carrera fue un desastre para él. Se quedó sin combustible a poco del final, en una prueba que había dominado desde la vuelta 6 hasta la penúltima.
Para ser campeón, el de Hurstville tuvo que empujar su auto hasta la línea de meta, antes de desvanecerse por el agotamiento. El cuarto puesto le permitió sellar el título al final del primer GP de Estados Unidos de la historia que ganó Bruce McLaren (Cooper) por delante de Maurice Trintignant (Cooper) y Tony Brooks (Ferrari).
Jack Brabham ganó su segundo mundial en 1960, nuevamente con Cooper, antes de convertirse en 1966 en el primer piloto, y el único hasta la fecha, en ganar la corona con su propio equipo.
Fuente y foto: www.lat.motorsport.com
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